Pastelero a sus pasteles.
Pastelero a sus pasteles.
Hoy vamos a hablar de un tema que resulta necesario y de vital importancia para aclarar las distintas profesiones dentro de este mundo de arquitectura-diseño de interiores-decoración.
Y digo necesario porque uno se encuentra con disparates tales como constructoras que si haces una gran obra con ellos te regalan un pack de interiorismo, como si fuera un 2×1 de Carrefour. O un albañil que ofrece diseño de interiores, y lo marca bien grande al emitir una factura “Interiorismo X”, pero luego no sabe qué es un esquema de colores. E incluso, también nos encontramos con diseñadores de interiores, que se creen tan expertos como arquitectos, pero su ego toca tierra cuando les hablas del cálculo de una estructura.
Resulta necesario distinguir la figura de una constructora, de la de un diseñador de interiores de la de un arquitecto. Vayamos por partes.
¿Qué es una empresa constructora?
Empezaremos por la definición de Empresa constructora que, según la RAE,” es una SOCIEDAD que recibe recursos económicos de sus ACCIONISTAS y los emplea en la EJECUCION DE OBRAS para obtener un BENEFICIO del que parte devuelve como dividendos al Accionista para remunerar el Capital aportado.
Es objeto de todo contrato de obra la ejecución de una obra con la calidad exigida, en el plazo convenido y con el beneficio estimado.
Beneficio es compromiso de la empresa constructora con sus accionistas.”
Entonces, el fin máximo de una constructora es llevar a cabo obras para producir el máximo beneficio ya que deben responder al compromiso con los accionistas. Es verdad que para todos los profesionales es importante la parte de beneficios, ya que, aunque a muchos nos apasione nuestro trabajo, tenemos que comer. Pero en otro tipo de profesiones distintas a las constructoras, esta parte de beneficios viene sujeta a un buen trabajo a un buen proyecto. Es decir, nuestro objetivo es ayudar a la necesidad X del cliente, hacer un proyecto que solucione su problema, y a partir de ahí, cuando sus necesidades están resueltas, es cuando hablamos de nuestros beneficios. Una constructora antepone primero sus beneficios. Se mueve sólo para y por fines lucrativos. Están tan obcecados en los números que no van más allá. El diseño de interiores ni se lo plantean. ¿Hacer un estudio espacial para el flujo y la circulación de las personas, mejorar el posicionamiento y la imagen corporativa a través del diseño? ¿¿Qué es eso??
Y Si cada uno se quedara en su sitio y no pasara su límite, todos en paz. Es algo de sobra conocido, que las constructoras realizan grandes obras con fines lucrativos. El problema, es cuando no tienen bastante con lo suyo y se cuelgan medallas ofreciendo servicios para los cuales no están capacitados. Como por ejemplo diseño de interiores. Pero el problema se hace más grave cuando la gente se lo cree.
¿Qué es el diseño de interiores?
Definamos diseño interiores, según la Wikipedia El diseño interior o interiorismo es la disciplina proyectual involucrada en el proceso de formar la experiencia del espacio interior, con la manipulación del volumen espacial así como el tratamiento superficial.
¿Qué es lo que hace un diseñador de interiores? (según Wikipedia)
Un diseñador de interiores es la persona que conjuga psicología ambiental, arquitectura y diseño de productos para crear ambientes que, más que un lugar, sean experiencias en las que vivir. En pocas palabras, busca la combinación más adecuada entre el cliente, la arquitectura, su estilo y las necesidades.
Constructora vs Diseñador de interiores.
Ninguno de estos conceptos definidos anteriormente los tiene en cuenta una constructora. Las constructoras hablan de metros de obra, de euros metro cuadrado. Un diseñador de interiores conjuga la psicología, crea ambientes, crea experiencias. Está bien si la constructora subcontrata a un profesional en diseño de interiores. Pero esto no es lo que suele pasar, ellos ofrecen el pack de interiorismo y lo hacen ellos mismos al finalizar la obra. Por tanto, hay que hacer una corrección importante: pueden ofrecer decoración, no interiorismo.
La decoración es según la Wikipedia, “se refiere a la tarear de decorar. Este verbo, por su parte, está vinculado a embellecer o adornar algo.”
Es por ello que, una constructora a lo sumo puede decorar al final de la obra. Que habría que ver con qué gusto decoran. Pero bueno, esto ya son subjetividades. Lo que es cierto es que no pueden hablar de diseño de interiores, de rentabilidad, de posicionamiento y de solucionar las necesidades de un cliente. Podrán llevar a cabo una obra, y poner cuatro trapos sin sentido, lo que hará que tu inversión caiga en saco roto.
Por otra parte, encontramos la situación del albañil que anuncia que es interiorista. No es necesario repetir todas las definiciones ni dar explicaciones de las cualidades que debe tener un profesional para crear atmósferas, para crear diseños rentables.
Quien mucho abarca….”
La expresión “quién mucho abarca, poco aprieta” creo que es idónea para este escenario de profesionales que, en vez de centrarse en su labor, desean abarcarlo todo, dejando de lado la figura del especialista que es el experto en su campo.
Tanto pasa así, que hasta los diseñadores a veces se crecen de una manera que piensan que pueden hacerlo todo. Hasta que se encuentran con el límite de, por ejemplo, un cliente que desea hacer una reforma en una antigua casa de campo, o aumentar la espacialidad de un restaurante tocando estructuras… Para lo que necesitan de un arquitecto. (en esto también nos podría ayudar un ingeniero, pero sabemos que no suelen destacar por su gusto decorativo precisamente)
Definamos esta profesión” El arquitecto es el profesional que se encarga de proyectar, diseñar, dirigir la construcción y el mantenimiento de edificios, urbanizaciones, ciudades y estructuras de diverso tipo. Es un profesional con nivel de estudios superiores, que requiere una profunda formación técnica, artística y social.
Para concluir, como ya utilizamos el vocablo “zapatero a sus zapatos” en el post anterior, en este usaremos “pastelero a sus pasteles”. Y es que todas estas disciplinas deberían convivir y colaborar. Pero como a veces hay profesionales que tratan de “pasar por encima” de los otros, resulta necesario marcar los espacios y las especialidades de cada profesión.